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Hacer esa carrera que durante 5 años he visto desfilar por delante de mi ventana, sentada en la calle aplaudiendo a los miles de participantes los cuales aumentaban cada año, ha sido un sueño hecho realidad !!

Hacerla con mis compis del Faro Tere y Julián, un privilegio y si Feiko hubiera estado, UN DÍA PERFECTO!!

El día comienza sin lluvia, cosa extraña en Holanda así que la cosa promete pero nunca se sabe porque como mi suegro Piet decía, en este país, en un solo día puedes sentir las cuatro estaciones del año.

Comienzan a salir los corredores a las 9:30 y nuestro turno es el de las 14:30 así que os podéis imaginar la cantidad de participantes!!

Con tanta gente por la estación central de Ámsterdam y los nervios nos cuesta un poco encontrar los dorsales …pero nada es imposible  Cara guiñando un ojo

Dejamos la mochila en los camiones y nos vamos a nuestro cajón, el de color azul que es el primero. Para no pasar frío nos ameniza, los últimos minutos, una campeona olímpica de patinaje deportivo haciendo unos ejercicios de aerobic lo que por supuesto hacemos sin pestañear.

Y comienza la carrera… Van pasando los kilómetros y tanto la música como la gente no desaparece, es increíble la animación en la calle… te ofrecen cerveza, los niños agua en sus vasitos de plástico, te mojan con las mangueras, te animan cantando y bailando… En resumen una fiesta para ellos pero también para el que corre!!!

Y llegamos a los últimos kilómetros a la entrada de la calle donde vivía el Zuidijk. Mi familia holandesa con una bandera española esperando y animando como locos!!!!

Que 2 kilómetros más emocionantes, con un ambientazo increíble propio de un pueblo que ha visto como una carrera que comenzó hace 30 años se ha vuelto un evento tan popular que reúne a muchos miles de personas.

Y llega la meta, 1:30 , por fin. Llo hemos conseguido los balones verdes con ese tiempo no se nos han escapado y eso que al final costaba mucho quedarse con ellos.

Después de retomar el aliento nos dirigimos a buscar a Julián y llegar al parque de la organización donde había un grupo de rock… Ya que aún nos quedaba algo de energía para balancearnos de un lado al otro, eso sí, con los pies bien quietecitos porque se merecían su descanso.

Bravo por las X millas más bonitas de…. ¡Holanda!