Lo cierto es que, ampliando información en la literatura inquieta de internet  encontramos soluciones y remedios de todo tipo para evitar agujetas al inicio de la pretemporada, cuando los ciclistas cambiáis vuestra rutina, os ponéis las zapatillas de deporte y os lanzáis a correr.

Se puede leer de todo: Tomar proteínas es bueno para evitar agujetas, darse baños de contrastes justo después de entrenar, estirar hasta la saciedad, hacer bicicleta después de correr, comer gelatina, tomar ibuprofeno…de todo.  En parte, todos éstos consejos tienen su parte de razón porque se basan en experiencias personales y eso, es la mejor prueba de que, algo de razón llevan.

Para entendernos y desmentir mitos. Ni si quiera por los expertos están muy claras las causas de la aparición de las agujetas. Parece más comúnmente aceptado que son microroturas fibrilares provocadas por traumatismos. Es tan sencillo como que, sometemos a nuestros músculos a un esfuerzo para cuya demanda de energía, no están prepararados.

Y os preguntaréis, si me hago 150 kilómetros en bici y no tengo agujetas, ¿por qué razón me pongo a correr 20 minutos y al día siguiente no me puedo mover? Sencillo de entender y difícil de explicar.  Para entenderlo primero debéis saber que los músculos pueden trabajar de forma distinta. Pueden hacerlo de forma concéntrica, aquí, un músculo se acorta, para superar una resistencia; un ejemplo claro es, un levantamiento de pesas; nuestro bíceps, se acorta y vence la resistencia. También, puede trabajar de forma excéntrica, aquí un músculo debe de estirarse para vencer la resistencia; un ejemplo sería la acción contraria a la mencionada, dejar caer la pesa lentamente.

Sin embargo, no penséis que, el hecho de que un músculo trabaje de forma distinta signifique que trabaje menos. Todo lo contrario. La tensión que se genera en un músculo al trabajar de forma excéntrica es mucho mayor que si se trabaja de forma concéntrica.

Mientras pedaleamos hacemos trabajar a nuestros músculos de forma concéntrica. Cuando corremos, trabajamos de forma excéntrica. Además, en la carrera a pie, tenemos una demanda muscular  mayor. Es decir, cuando corremos implicamos más musculatura. Es por eso, por lo que al ponernos a correr, los ciclistas, alcanzamos rápido un nivel de pulsaciones más alto. Cuando corremos trabajamos más músculos y además los trabajamos de manera distinta que cuando pedaleamos.

No nos volvamos locos, agujetas váis a tener pero, pueden ser más o menos traumáticas en función de la prisa que tengáis por empezar a correr. El único consejo que podemos daros a los ciclistas que cuando hacéis la pretemporada empezáis a correr es empezar poco a poco. Primero andando, luego compaginar carrera y caminar para, finalmente correr sesiones más largas. De ésta forma os garantizaréis menos agujetas y lo que es más importante, evitaréis cualquier tipo de lesión por sobrecarga a corto, medio y largo plazo.

Es importante recordar que en pretemporada tratamos de activar otras cadenas musculares que, durante el año no trabajamos con el fín de tonificarlas y evitar lesiones de todo tipo. Correr es una opción excelente si no tenemos mucho tiempo pero, hay otras actividades que también activan y trabajan nuestra “olvidada musculatura” y que son menos traumáticas tales como andar largas caminatas, nadar, jugar al frontón, remo, skí….Tenéis muchas y muy buenas opciones para disfrutar del invierno así que, sacadle partido a la pretemporada porque ya lo decía Eddy Merckx, las carreras de verano, se ganan en invierno.